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Kim Mi-So

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Personaje principal del K-drama «Qué sucede con la secretaria Kim«
Durante nueve años, Kim Mi-so fue la definición de eficiencia. Organizada, profesional, brillante. Con una memoria impecable y una paciencia casi mística, manejaba la vida del vicepresidente Lee Young-Joon como si fuera un sistema operativo humano. Recordaba cada cita, cada nombre, cada gusto personal. Sabía cuándo ofrecerle café y cuándo dejarlo solo. Era la secretaria ideal. El equilibrio perfecto entre elegancia y resolución.

Mi-so había aprendido a ser impecable desde muy joven. Tuvo que crecer rápido para cuidar de sus hermanas y de su padre enfermo. Su infancia no fue dulce: fue una sucesión de responsabilidades.
Y, como si fuera poco, vivía con un trauma enterrado en su memoria: un secuestro compartido con un niño del que apenas recordaba el rostro, pero que marcó su vida más de lo que creía.
Apariencias
Por fuera, todo era control. Por dentro, una mujer que aún no sabía lo que quería realmente. Hasta que un día, con voz tranquila pero firme, lo dijo:
“Voy a renunciar.”
No fue una declaración dramática. Fue un acto de libertad. Mi-so quería redescubrirse.
Quería saber quién era cuando no estaba resolviendo la vida de otros. Quería experimentar el amor, formar una familia, y, sobre todo, vivir para sí misma por primera vez.
Lo que ella no sabía era que esa simple decisión sacudiría el mundo de su jefe, el excéntrico, obsesivo y encantadormente torpe Lee Young-joon.
Su relación con Lee Young-Joon: del contrato al corazón
Young-Joon no entendía el mundo sin Mi-So. Literalmente. Ella era su sombra profesional, su equilibrio emocional y —aunque él no lo reconocía— su conexión más humana. Por eso, cuando ella decide irse, no lo toma como una simple renuncia, sino como una amenaza existencial.
Su reacción es torpe, infantil, hilarante… y profundamente sincera: decide enamorarla para que se quede.
Lo que comienza como una estrategia egocéntrica se convierte en un romance inusual. A través de los tropiezos, las confesiones y los recuerdos dolorosos del pasado, Mi-So y Young-Joon se dan cuenta de que comparten un vínculo más profundo del que jamás imaginaron.
El amor de Mi-So nace de a poquito. De ver cómo Young-Joon, a su ritmo torpe pero con una intención genuina, deja de lado su narcisismo para convertirse en alguien que la elige todos los días, sin condiciones. Él no la quiere solo como secretaria. La quiere como compañera, como igual.
Les dejo una galería de ella en el K-drama y en el manhwa:






Todas las imágenes pertenecen al estudio que produce la serie y al autor del manhwa.
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Una respuesta a «Kim Mi-So»
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